Si alguien te preguntara:
«La música, ¿qué es?» Mozart, respondería: «Es la música misma».
(Luis Cernuda)

En este concierto nos adentraremos en el Mozart más insólito para el gran público a través del diálogo entre el arpa, la flauta, las cuerdas y las maderas. Se trata de un singular homenaje al compositor a través de unas piezas de encargo que marcaron un antes y un después en el desarrollo y composición de instrumentos poco conocidos en la época, como el arpa.

El concierto comienza con tres pequeños valses de Mozart transcritos en 1940 para arpa y cuerdas por el compositor y director de orquesta italiano Gian Luca Tocchi, la mayoría de cuyas composiciones se han recuperado tras estar olvidadas durante décadas.
El Adagio e Rondò es la penúltima de una serie de cinco piezas creadas para instrumentos poco habituales. Es una obra escrita por Mozart especialmente para la intérprete ciega Marianne Kirchgessner. Compuesta originalmente para armónica de cristal, aquí se sustituye por arpa. El programa finaliza con el Concierto para flauta, arpa y orquesta, encargado por el flautista Duque de Guînes y su hija mayor que era arpista.

Mozart compuso este concierto para complacer a sus mecenas, pero éstos nunca pagaron al compositor por su trabajo. En cualquier caso, se trata de una obra que marcó un hito en el futuro del arpa como instrumento solista y en dúo con la flauta, una combinación considerada inusual hasta ese momento. El manuscrito original del concierto aún existe y se conserva desde 1948 en la Universidad Jacobiana de Cracovia.

Del Estilo Galante al Clasicismo