El repertorio de este concierto fue creado originalmente para el Quinteto Instrumental de París, un conjunto musical fundado en 1922 por Pierre Jamet. El arpista parisino promovió el conocimiento del arpa de doble movimiento, lo que inspiró a muchos compositores de la época a escribir para este conjunto. El objetivo del recital es dar a conocer al público estas obras que, injustamente, siguen siendo prácticamente desconocidas.
En primer lugar, escuchamos las Variaciones libres y final de Gabriel Pierné, obra estrenada por el Quinteto Instrumental de París en la Sala Gaveau de la capital francesa el 15 de diciembre de 1932. La sobriedad del título esconde una composición infinitamente seductora y admirablemente equilibrada.
En segundo lugar, la Serenata de Albert Roussel, compuesta en 1925 para el mismo quinteto, muestra la obsesión del compositor por la investigación armónica. La obra da una buena idea de la inclinación de Roussel por las evocaciones extraídas de impresiones visuales o poéticas. Por su parte, el Quinteto nº 1 de Jean Françaix, de 1935, fue compuesto por el precoz compositor a los 20 años. En esta obra del prolífico compositor llaman la atención los numerosos cambios de humor que se producen en menos de diez minutos a lo largo de los diferentes movimientos. En particular, el estado de ánimo que predomina es de extrema luminosidad, acompañado de un cierto gusto por la ironía.
Por último, el Quinteto instrumental del brasileño Heitor Villa-Lobos es la obra más tardía de este concierto, ya que fue escrita en 1957, dos años antes de la muerte de su autor. Las referencias a los ritmos y danzas de su país están hábilmente mimetizadas en todos los movimientos de la obra, donde el contraste y el juego constante de colores sonoros se inspiran en la selva tropical tan típica del país sudamericano.